Las aplicaciones web progresivas (PWA) son programas que permiten una mejor comunicación entre las empresas y sus clientes. Con el uso cada vez mayor de Internet, las empresas tienen que ir cambiando su forma de trabajar y las aplicaciones web progresivas pueden ser de gran ayuda.

Saber qué es una aplicación web progresiva y qué ventajas tiene puede ser el primer paso para valorar su importancia en nuestra vida cotidiana y profesional.

¿Qué es una aplicación web progresiva (PWA)?

Una aplicación web progresiva (PWA) es como una página web, pero utiliza una tecnología que hace que su estética y funcionamiento se asemeje mucho a una App nativa.

Las aplicaciones web progresivas son una evolución natural de las aplicaciones web, difuminan la barrera entre la web, que se ejecuta dentro del navegador, y las apps nativas, que necesitan instalarse en el dispositivo.

Una aplicación web progresiva (PWA) es una aplicación web creada y mostrada en el navegador web, a diferencia de una app nativa, que requiere la descarga desde una tienda de aplicaciones. Es decir, que no se almacena en nuestro dispositivo, sino que se aloja en la nube.

Es una aplicación multiplataforma, ya que se adapta a cualquier dispositivo móvil, independientemente del sistema operativo que utilice y suele estar desarrollada con tecnologías HTML, CSS o JavaScript.

Principales ventajas de las aplicaciones web progresivas (PWAs)

Facilidad de uso. Las PWAs solo necesitan un navegador para funcionar. No es necesario instalarlas en el dispositivo, sino que se pueden consultar directamente en el navegador.

Accesibilidad. Se pueden usar tanto desde el móvil como desde el ordenador. Se pueden «instalar» anclándolas al escritorio del móvil o del ordenador o simplemente consultando en enlace en el navegador.

Fácil de compartir. Aunque parece una App, se puede compartir mediante la URL como cualquier página web.

SEO Friendly Los motores de búsqueda pueden encontrarlas, leerlas y posicionarlas en su SERP y no dependen de las tiendas de aplicaciones.

Ahorro de espacio. Las aplicaciones web progresivas, al no requerir descarga desde una tienda de aplicaciones, no ocupan espacio en los dispositivos móviles.

Ahorro económico. Su proceso de desarrollo es menos complejo y más ágil que el de las Apps nativas.

Escalabilidad. Se puede lanzar una versión básica y progresivamente ir integrando funciones adicionales.

No es necesario estar conectado a internet. Las aplicaciones web progresivas permiten el acceso, de manera parcial, a pesar de que no haya conexión a Internet. La información esencial para iniciar la PWA se almacena en caché la primera vez que esta se abre, de manera que en las visitas posteriores se puede disponer de cierto contenido independientemente de la red.

No es necesario actualizarlas. Los usuarios siempre visualizan la última versión de la aplicación.

Seguridad. La información se almacena en la nube y no en discos duros físicos, por lo que se evita el riesgo de que se pierda información por un fallo del dispositivo o por un virus.

Experiencia de usuario. Los usuarios pueden usar la PWA como una app nativa, con una experiencia de usuario intuitiva.

En resumen, una aplicación web progresiva funciona con cualquier navegador, se adapta a cualquier tamaño de pantalla, está permanentemente actualizada, se puede enlazar a través de una URL, funciona off-line, desde el móvil o el ordenador, es más económica, ofrece una excelente experiencia de usuario… La principal desventaja es que público está más acostumbrado a Apps nativas, poca gente conoce esta tecnología.

Ahora que ya conoces sus ventajas es el momento perfecto para evaluar si te interesa implementar una Progressive Web App en tu ámbito personal o profesional.

Abro el libro “Community. The Structure of belonging” de Peter Block, que es un gurú de esta cosa de las comunidades. Sus primeras palabras, en el primer capítulo, ya me dan un empujón para escribir este post (el primero). Lo de escribir un post me da mucha pereza. Pero las community managers, me dicen que es “muy importante” que escriba en el blog de nuestro coworking para tener muchas visualizaciones; que después se convertirán en clientes, coworkers y, luego, familia. Pero vayamos por partes.

El Sr. Block dice que este libro es para quienes cuidan de su comunidad. Nunca habría pensado que, un día, precisamente ese sería mi trabajo… Y, si; cuidar de una comunidad es un trabajo. Y yo soy la persona que hace este trabajo en nuestro espacio, en The Business Factory Coworking.

Comunidad, comunidad, comunidad… esto es coworking. No se trata de tener un espacio bonito, un buen wifi y unas mesas súper chulas (¡que si lo tienes mejor!), sino de conseguir tener una comunidad de personas que creen valor a largo plazo. Soy periodista porque estudié Periodismo en la Universidad y trabajé durante años en la radio y en la tv. Siempre en equipo. Mi maestro y amigo Joan Barril, cuando apenas pusimos en marcha un nuevo programa en la radio, con un nuevo equipo, nos dijo que un día estaríamos muy orgullosos de ser parte de ese equipo, de esta comunidad. Y esto me ha marcado y me ha enseñado, sin duda, a crear comunidad, a amarla y cuidarla. La gente de la radio son todavía mi familia. Ahora cuido otra, pero nunca me olvido de ellos (¡nunca me olvidaré!). Hoy tengo en mis manos a la familia coworker (los coworkers son aquellos que trabajan en un coworking, como dice el nombre…). Ellos y ellas son y hacen The Business Factory Coworking; la comunidad que cuido, que ayudo a crecer y a fortalecer. Pienso que, además de ofrecer todo lo que los coworkers puedan necesitar para trabajar en el espacio, debo activar sus emociones. Así pues, en nuestro espacio intento crear lazos humanos fuertes (los empresarios dicen que creo sinergias pero a mí me gustan más los lazos humanos). Un coworking es como una empresa, como una organización… pero aquí todo el mundo va a lo suyo porque cada uno hace su propio trabajo. Sin embargo, todos tienen un mismo objetivo que es hacer crecer su negocio. Mi objetivo pues, es que su negocio prospere, pero sobre todo que ellas y ellos vengan a trabajar con una sonrisa. Me preocupan las personas, me gusta cuidarlas y ver cómo sacan adelante sus trabajos. Los que saben dicen que nos llamamos “community builders”, constructores de comunidades … pero en inglés; que hace más serio.

Sigo con mi lectura del señor Peter Block, seguro que me dará más ideas para escribir sobre comunidades. Poco a poco también os iré hablando de la nuestra, la de The Business Factory Coworking. Porqué puede que existan muchos espacios de coworking, pero tu comunidad es única y hace único tu espacio. Si todavía no trabajas en un espacio de coworking te animo a probarlo. Tener una familia coworker es estupendo, de verdad. Todos deberíamos tener una.